
La concreción en la práctica de este Plan deberá culminar a su término con dos actuaciones importantes: por un lado, el desarrollo de la Asamblea de Refundación prevista para antes de verano, donde se dará el impulso definitivo al proceso de apertura a la sociedad de Izquierda Unida que partió de la IX Asamblea de noviembre de 2008. Por otro, la celebración en junio de un acto federal (que aún no tiene formato definido) con el que, entre otros objetivos, “se busca cerrar el presente curso político con una sensación positiva y abrir de igual modo el proceso de las próximas elecciones catalanas y las municipales y autonómicas que las siguen”.
La dirección de IU pone el acento en la necesidad de “movilización social”, por eso ha establecido que este Plan sea “una campaña de toda la organización, en la que se impliquen todas las federaciones y las asambleas locales que las componen”.
Esta movilización tiene como destinatario todo el “tejido asociativo activo” que está haciendo frente a la crisis con los medios a su alcance en cada una de las Comunidades Autónomas y, especialmente, “aquellos que más la están sufriendo y a los que específicamente nos dirigimos, como el movimiento vecinal y ciudadano, el de la economía social, la población desempleada y precaria, pymes, autónomos, movimientos feminista, sindicalistas,…”
“El trabajo político prioritario –ha establecido la dirección de IU- se sitúa donde surgen las consecuencias de la crisis, el deterioro de los servicios públicos y donde se concentra la población desempleada o precaria”.
A través de esta tarea se busca “articular una salida social a la crisis y sacar del aislamiento y del individualismo a multitud de situaciones en las que hoy se encuentran quienes están pagando de forma más grave las consecuencias de una crisis que no han creado”.
Junto a esta orientación sectorial prioritaria, Izquierda Unida busca también recuperar influencia social y peso político en ámbitos como la Universidad, el sector científico, l