El Confesionario amoroso
Resulta que vas a misa, y plaf, te encuentras lo más inesperado. Si señores, un hombre oyó gemidos en la catedral de Cesena, Italia, y se acercó al confesionario de dónde procedían. Con asombro pudo ver que se trataba de una pareja en plena felación. El buen cristiano llamó a la policía, quien detuvo a los amantes.
Ellos se declaran ateos y por lo tanto dicen tener el derecho de hacerlo en cualquier sitio. Pero, ¡hombre de dios! con lo incómodo que debe ser un confesionario. Vale que cuando no había otra cosa se utilizara el seiscientos, pero ¿hoy?
En fin que les dejaron sin terminar y además tendrán que pagar una multa. A ver si no era más barato y mejor en un hotel, o en pleno campo, o en cualquier sitio. Y además el buen obispo ahora tiene que celebrar una misa para purificar el lugar. Supongo además que tendrán que fregar con lejía el confesionario.
Sólo queda por saber como funciona el morbo en la ciudad italiana, lo mismo desde hoy hay cola para confesarse en dicho habitáculo. Y ¿qué dirá Berlusconi?: ¡Haz la guerra y no el amor!
Salud y República
RGAlmazán
0 comentarios