Marzo, un IPC Elocuente

MARZO, UN IPC ELOCUENTE

Viernes 11 de abril de 2008

En los umbrales de una severa recesión económica, portavoces de la Junta han sacado pecho para asegurar la posición de privilegio que, según nuestros gobernantes del Partido Popular, tendría Castilla y León frente a otras comunidades autónomas más expuestas a los rigores de la explosión de la monstruosa burbuja inmobiliaria que ha enriquecido, no siempre de manera lícita, a ciertas empresas y bancos.

Seguro que el manso votante del PP se siente confortado por tan tranquilizadora conjetura, pero a los ciudadanos que aspiran a ser gobernados con eficacia por la Junta les gustaría conocer los entresijos que avalan tal supuesto, porque ni la EPA del cuarto trimestre del año pasado, ni el IPC de el mes de Marzo indican tal situación de privilegio, sino más bien todo lo contrario.

Que Castilla y León sea la segunda comunidad más inflacionista de España, con una tasa interanual del 4,8 %, tres décimas por encima de la media nacional, no parece que sea como para sacar pecho, sino que invita a preguntarse si la Junta de Juan Vicente Herrera tiene una política económica definida, más allá de permitir ilegalmente contra el medio ambiente con las últimas operaciones urbanísticas tipo “ciudad del medio ambiente” en Soria o las pistas de esquí Tres Provincias, que tienen todo el aroma del pelotazo engañoso.

Añadamos al panorama el hecho incontrovertible de que Castilla y León es la cuarta comunidad del Estado que menos crecimiento económico presenta y una de las que tiene los salarios más bajos, lo que implica necesariamente una pérdida del poder adquisitivo de los ciudadanos, tema que, en teoría, preocupa al presidente del PP, Mariano Rajoy, a tenor de sus declaraciones en la campaña electoral y en el debate de investidura. No parece que tal preocupación sea compartida en Castilla y León.