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Asamblea Izquierda Unida de Candelario

Objetivos del Milenio en entredicho

Objetivos del Milenio en entredicho

Escrito de Adolfo Pèrez Esquivel al Sr. Presidente de España
Don José Luís Rodríguez Zapatero.

Reciba un fraterno saludo de Paz y Bien.

Al dirigirle la presente carta lo hago con gran preocupación y le solicito reveer la decisión de compartir con el presidente de Rwanda Paul Kagame la Comisión de Objetivos del Milenio, designados por el Secretario General de las Naciones Unidas Don Ban Ki Moon. Es lamentable que traten de ignorar y silenciar los crímenes cometidos por el gobierno de Rwanda que preside el Sr. Kagame y su complicidad con el asesinato, torturas, desapariciones y cárceles de miles de ciudadanos y ciudadanas, entre ellos el asesinato de nueve misioneros y cooperantes españoles.

Como usted sabe se está llevando en la Audiencia Nacional de Madrid la causa de crímenes de lesa humanidad donde aparece comprometido el presidente rwandés. Existe una amplia documentación, denuncias y publicaciones que señalan las persecuciones y violaciones de los derechos humanos en Rwanda.

Señor Presidente, usted debe decidir si se presenta junto a un genocida que actúa con total impunidad, o asume una posición clara y concreta en defensa de la Vida y los derechos humanos del pueblo de Rwanda y de la humanidad. Depende de su actitud.

 

Pienso que sería positivo dejar un antecedente necesario en el
sentido de que los genocidas no tienen cabida en la comunidad internacional, que la vida y la defensa de los derechos humanos son valores indivisibles.

Lamento que, el Secretario General de la ONU el Sr. Ban Ki Moon, no tenga la prudencia y coraje suficiente para impedir que a un genocida como Kagame se le honre con un cargo, que compartiría con Ud. en la Comisión de Objetivos del Milenio, para superar el hambre y la pobreza, objetivos fijados por la ONU para hacer posible un mundo más justo y humano. Las contradicciones son enormes entre el decir y el hacer.

Le reitero mis saludos, deseándole mucha fuerza y esperanza.
Adolfo Pérez – Esquivel.
Premio Nobel de la Paz

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