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Asamblea Izquierda Unida de Candelario

El Norlevo, sólo con dinero

El Norlevo, sólo con dinero

Durante las últimas semanas los sectores más reaccionarios de la sociedad han criticado la medida adoptada por el Ministerio de Sanidad, de autorizar la venta directa en farmacias, y sin receta, de la denominada “píldora del día después”. Como siempre, las críticas se han sustentado en argumentos falsos que tratan de confundir a la sociedad, pues no se trata de dispensar libremente píldoras abortivas, sino de un método de contracepción de emergencia, y la diferencia no es menor.

 No obstante lo anterior, y desde una perspectiva opuesta, he de señalar que a mí la medida tampoco me parece convincente, es más, me parece que lo correcto sería justo lo contario a la solución adoptada por Trinidad Jiménez: dispensa gratuita, pero sólo en centros de salud, garantizándose además que al frente de la específica unidad, estará un médico o especialista en salud sexual, que no va a ampararse en su conciencia para dejar de dispensar el fármaco.

Porque lo contrario, significa de nuevo suprimir la intervención de lo público para reducir un asunto de salud sexual a un problema de mercado en el que por supuesto siguen ganando las farmacéuticas, y siguen perdiendo todas aquellas personas que, pese a ver aparentemente facilitado el trámite de emergencia, pueden no disponer de los 20 euros que cuesta el Norlevo. Además, y desde una perspectiva de género, no me resulta difícil imaginar que si la dispensa del fármaco se supedita a un desembolso económico la carga recaerá sobre las mujeres.

 Dispensar libremente la píldora del día después en farmacias significa eliminar la intervención de los “agentes sociosaniatarios” o lo que es lo mismo dar la espalda a la necesaria educación sexual. Evidentemente, ni toda persona que ha necesitado la píldora es frívola e inconsciente, ni toda persona que acudía a consulta sabía utilizar métodos anticonceptivos o tenía destrezas y habilidades para salir “indemne” de determinadas situaciones en la que muchas parejas acaban por no utilizar el preservativo. Añádase a ello, que la Administración Pública debe contribuir a que el uso de la contracepción de emergencia esté limitado precisamente a esas situaciones y no estaría de más que pare ello, la dispensa del fármaco vaya acompañada de cierta solemnidad.

 Y aún hay más ¿qué le hace pensar al Ministerio de Sanidad que cuando una persona necesita una píldora del día siguiente, el único riesgo que ha corrido es el de quedarse embarazada? A menudo se olvidan riesgos como las Infecciones de Transmisión Sexual, o que en muchos más casos de los deseables, la presión de uno de los miembros de la pareja para no utilizar preservativo constituye una seria amenaza a la libertad sexual de las personas.

Que la píldora de emergencia sea accesible es un objetivo deseable y un avance, pero da la impresión de que la medida puesta en marcha por el PSOE está pensada para que la sanidad pública pueda “quitarse de encima” un problema, las empresas farmacéuticas ganen dinero, y la sociedad no se irrite ante un problema que evidencia nuestra altura de miras cuando entra en juego la palabra sexo. Así es la política (de salud sexual) del Gobierno: si tienes dinero, compras Norlevo (y problema resuelto).

Artículo extraído de: http://www.gorkaesparza.com/2009/10/05/el-norlevo-solo-con-dinero/

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