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Asamblea Izquierda Unida de Candelario

El sector financiero ha recibido en un año casi diez veces más dinero que los países en desarrollo en los últimos 49

Ante el arranque hoy en Nueva York, de la Cumbre de Alto Nivel sobre la Crisis Económica convocada por la Asamblea General de la ONU, la Campaña del Milenio de Naciones Unidas reitera que la búsqueda de fondos para el desarrollo es cuestión de voluntad política - no de falta de recursos - y pide a los países donantes que cumplan con sus compromisos de ayuda.

Nueva York - La Campaña del Milenio de Naciones Unidas ha hecho público hoy un análisis que demuestra que, desde que se puso en marcha la ayuda al desarrollo hace casi 50 años, los países donantes han facilitado  cerca de 2 billones de dólares en ayuda. Cifra que contrasta con los 18 billones de dólares que, sólo durante el pasado año, se movilizaron a nivel mundial para sacar de apuros a bancos y otras instituciones financieras. Así, el importe total de la ayuda al desarrollo facilitada durante los últimos 49 años sólo representa el once por ciento del dinero facilitado a las instituciones financieras en un año. Por ello, la Campaña del Milenio de Naciones Unidas insta de manera urgente a los países ricos que se reúnen a partir de hoy en la Cumbre de Alto Nivel sobre la Crisis Económica, en el seno de  la Asamblea General de la ONU, a no escudarse más  en la falta de recursos  y a cumplir con urgencia sus compromisos de ayuda al desarrollo.

"El fuerte contraste entre la cantidad de dinero movilizado para ayudar a los más pobres del mundo después de 49 años de arduas negociaciones y numerosas cumbres; y las enormes sumas puestas encima de la mesa de la noche a la mañana para sacar de apuros a quienes han originado la actual crisis económica, hace que sea imposible para los gobiernos argumentar que el mundo carece de los recursos necesarios para ayudar a las 50.000 personas que todos los días mueren en el mundo por vivir en la pobreza extrema", asegura Salil Shetty, Director de la Campaña del Milenio de las Naciones Unidas. "Estamos hablando de una cuestión de voluntad política. Las prioridades de los países ricos deberán quedar claras esta semana en esta cumbre, donde esperamos que finalmente hagan entrega de la ayuda que han prometido en repetidas ocasiones, pero que no ha llegado a los que más lo necesitan".

Se espera que debido a la crisis económica mundial el impacto en la prestación de la ayuda a países en desarrollo sea aún más negativo, coincidiendo con un momento además en el que esta ayuda resulta más necesaria que nunca. Según la FAO, la crisis económica ha provocado que 100 millones más de personas pasen hambre, elevando la cifra mundial a más de 1.000 millones.  Al mismo tiempo, sólo se han movilizado 9.400 millones de dólares de los 28.300 millones - menos de un tercio - que los países donantes comprometieron en la Cumbre de Gleneagles de 2005 para ser entregados a África subsahariana en 2010.

La Campaña del Milenio considera que cualquier debate sobre una nueva arquitectura financiera internacional  debe incluir las voces y las necesidades de los más pobres. Por ello, la Campaña urge a los países donantes a: 

  • Acordar de manera urgente un calendario para cumplir con sus compromisos de ayuda.
  • Avanzar en lo acordado en la Declaración de París y la Agenda de Accra para simplificar y agilizar la ayuda al desarrollo, y establecer un calendario claro para la ejecución de los compromisos existentes.
  • Reducir y / o eliminar todos los subsidios agrícolas que distorsionan el comercio.
  • Asegurar que los países pobres están plenamente representados en todos los órganos de decisión y en la reestructuración de la infraestructura financiera internacional.

Así mismo la Campaña del Milenio pide a los países pobres que por su parte aseguren que las  políticas nacionales de desarrollo y planes en favor de los más pobres se centran en las mujeres y los grupos más excluidos; se de prioridad a los Objetivos de Desarrollo del Milenio y a la movilización de recursos internos y se garantice transparencia en la gestión del dinero público.

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