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Asamblea Izquierda Unida de Candelario

ATB (Activos Tóxicos Bejaranos)

bejar.biz

20 de abril de 2009

Poco a poco vamos conociendo la lista de activos tóxicos de nuestra ciudad, aunque todo indica que esta lista no ha hecho más que empezar.

Recordemos a los lectores que la denominación Activos tóxicos se ha utilizado profusamente durante la gestación y desarrollo de la profunda crisis que nos asola para describir los fondos basura originados inicialmente por los bancos americanos y que luego comercializaron por todo el mundo.

Estos Activos Tóxicos fueron al comienzo de la crisis las hipotecas otorgadas por estos bancos y entidades de crédito, tales como Freddie Mac y Fannie Mae, intervenidas por el Gobierno americano, debidamente empaquetadas en forma de productos financieros bautizados con nombres rimbombantes, que no tienen ninguna posibilidad de ser pagadas.

En España también tenemos nuestros activos tóxicos, tal y como se ha demostrado con la intervención por el Banco de España de la Caja de Castilla y la Mancha, intervención que el propio Gobernador dijo que quizás no sería la última. Estos activos tóxicos, tienen no obstante naturaleza distinta.

Suelen tener forma de terrenos y promociones con créditos otorgados por Cajas y algunos Bancos (menos) para realizar inversiones jaleadas y avaladas por los poderes públicos autonómicos y municipales. Hay que tener en cuenta que buena parte de la financiación municipal y autonómica venía de las plusvalías obtenidas. Estos activos se han demostrado tóxicos porque a estos promotores y/o constructores les ha pillado la crisis y no pueden devolver esos créditos.

En nuestra ciudad todo indica que el principal foco de activos tóxicos es La Condesa, ya que ha sido el proyecto de recalificación de terrenos (pelotazo) más importante de los últimos tiempos.

Por lo que hemos podido saber con el caso de los 2,5 millones de euros, las parcelas que fueron vendidas por la Junta de compensación a promotores privados, al menos alguna de ellas fue hipotecada por el promotor, habiendo obtenido por la misma un crédito de 1,2 millones de euros.

Esa parcela, al margen del debate sobre quién sería su legítimo propietario es evidentemente un activo tóxico, porque su valor ha caído en picado y tiene una hipoteca cuyo importe es probablemente superior al valor actual de la misma.

No conocemos aún cual es la situación del resto de las parcelas (el 85%), ni si están o no hipotecadas, ni qué entidades financieras pudieran haberse hecho cargo de otros activos. Seguro que próximamente escucharemos nuevas noticias al respecto.

Gran lección, esta de los activos tóxicos para una sociedad cegada por la codicia y desnortada respecto a los valores que hacen progresar a los humanos. ¿La habremos aprendido?

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