Blogia
Asamblea Izquierda Unida de Candelario

UE-27 is opt-out

UE-27 is opt-out

Los gobiernos que componen la UE-27, de mayoría conservadora como puedes ver en el gráfico, anda proponiendo una serie de directivas comunitarias que alejan, más si cabe, el proyecto europeo del sentir mayoritario de sus gentes. En cierto modo, y utilizando la terminología al caso, se excluyen (oup-out) de dar respuestas equilibradas en derecho y en justicia social.

Si hace unos días, desde esta misma bitácora se pasaba a la acción para denunciar y presionar la directiva comunitaria de retorno de inmigrantes, denominada también como la de “la vergüenza “, hoy nos desayunamos con una nueva propuesta de directiva sobre  tiempo de trabajo que ya está tachada de “aberrante “, “inaceptable” y de ser “el mayor ataque al derecho laboral europeo desde la creación de la Unión “.

Y no es para menos. Según puede leerse, la propuesta de directiva rompe el máximo vigente de jornada laboral semanal pasando de 48 a 65 horas y mete un hachazo en el derecho laboral y en la negociación colectiva, al dejar al establecimiento de estas condiciones sobre la relación del empleador con el trabajador, como ejercicio de “libertad individual”, pura demagogia teniendo en cuenta que en esa “relación” no se juega en igualdad de condiciones, por tanto no está a disposición de la gente trabajadora. Dicho de otra forma, en términos ideológicos, se bascula la correlación de fuerzas en el ámbito de las relaciones laborales hacia una parte determinada, por eso es entendible su silencio. Además, en caso de ir hacía adelante la directiva, violaría el artículo 37.1 de la Constitución Española que habla de que “la Ley garantizará el derecho a la negociación colectiva laboral entre los representantes de los trabajadores y empresarios, así como la fuerza vinculante de los convenios”.

El Gobierno de España, en boca del ministro del ramo, ha manifestado su oposición a la propuesta, pero me ha sorprendido su voto de abstención. Si como dice, es un “retroceso social” que “acerca a Europa más al siglo XIX que al XXI”, ¿qué sentido tiene abstenerse y no mostrar un voto en contra?. Sólo cabe una explicación de táctica política, poco defendible socialmente, y es el procedimiento legislativo que va a llevar esta propuesta.

Una vez dado el visto bueno por los ministros de trabajo de la UE-27, le toca ahora al Parlamento Europeo tomar opinión y decidir sobre el texto. Es muy probable que, por la presión social y por la mayoría progresista en esta cámara, sea tumbada o modificada como ya ocurrió con la Bolkestein. Por tanto, el texto pasaría al Comité de Conciliación que alargaría el proceso de esta norma hasta el año 2010, coincidiendo en ese momento con la Presidencia Española de la UE que tendría que gestionar el conflicto. Es esta la razón de no votar en contra.

Estamos, por tanto, ante una iniciativa de gran trascendencia, tanto social como de opinión pública. Una iniciativa a la que estamos ya preparando respuesta por irresponsable, injusta e innecesaria.

Abraham Canales Fernández

0 comentarios