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Asamblea Izquierda Unida de Candelario

¿LOW COST?

¿LOW COST?

Matacán tendrá vuelos internacionales. Se resuelve así una de las principales reivindicaciones de casi todos los partidos políticos para el aeropuerto salmantino. Formulada así la cuestión, el ciudadano entiende que el problema es que el remozado aeropuerto no cumple con los estándares de la Organización de Aviación Civil Internacional para que aterricen aeronaves procedentes del extranjero.

 

Pero resulta que el problema es bien diferente. No se trata de falta de infraestructuras, en una base aérea bien dotada (es militar). La realidad es que, en el libre mercado, ninguna compañía –ni barata ni cara- considera rentable, en principio, operar desde una ciudad pequeña, de interior, y muy cercana a Madrid (sobre todo cuando inauguren el Tren de Altas Prestaciones) y a Valladolid.

 

Con estas premisas, el problema político no es invertir en Matacán –pues dicha inversión ya se realizó con motivo de la Cumbre Iberoamericana de 2005- sino definir si las conexiones aéreas de tipo internacional deben ser consideradas como servicio público; esto es, fuera de la lógica de la oferta y la demanda, y por lo tanto, con el sustento del dinero público (el de todos).

 

Y parece ser que, para PP y PSOE, tener vuelos internacionales es más necesario que invertir en la mejora del ferrocarril regional, en un plan provincial de carreteras o en garantizar que todos los pueblos tengan una conexión de calidad y eficiente con la capital, en “coche de línea”, aunque la explotación de ese servicio sea deficitaria.

 

Curiosamente, la Junta de Castilla y León está cerca de cerrar un acuerdo con Ryan  Air que permitirá viajar al extranjero por el mismo dinero, y casi con la misma frecuencia, que con la que actualmente se viaja en tren a Madrid. ¿Alguien entiende que la Junta subvencione a compañías como Lagun Air con 20 millones de euros –en tres años- por operar desde Castilla y León, y que sin embargo no se renueve el convenio con RENFE para que mejore la frecuencia y la calidad del servicio del TRD? ¿Es justo subvencionar 60 euros por pasajero para viajar en avión? ¿Por qué no subvencionar entonces el TRD?

 

¿Es una opción “inteligente” fomentar las comunicaciones aéreas a través de compañías de “bajo coste” en plena crisis internacional motivada por el precio de los carburantes?

 

Compañías como Lagun Air o Ryan Air han supeditado sus estrategias comerciales a la percepción de importantes subvenciones. ¿Seguirán operando desde Salamanca cuando no haya subvención pública estando el barril de Brendt a 125 dólares?

 

Definitivamente, si tenemos en cuenta el impacto ambiental, el coste social de oportunidad que supone invertir en transporte aéreo sin vertebrar el territorio mediante carretera o vía férrea, el futuro coste de los billetes –motivado por la crisis del petróleo- resulta más que dudoso hablar de Low Cost.

 

Gorka Esparza

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